martes, 25 de septiembre de 2012

Cada día a la misma hora


Cada día  a la misma hora subían a ese vagón...
No se conocían, sólo se miraban,...
Cada día a la misma hora, subían a ese vagón
y a la misma hora se separaban...
Todos los días eran fieles a su cita...
Una manera extraña de hacerse compañía, pero se la hacían...
Cada día a la misma hora, subían a ese vagón...
Una mañana él la noto triste... llevaba grandes gafas de sol.
A pesar de no ver sus ojos, sabía que le estaba mirando...
Él noto una mueca en sus labios, y lo interpreto como una sonrisa...
Cada día a la misma hora, subían a ese vagón...
Se buscaban en el anden y cuando se encontraban.... entraban juntos en el tren.
La misma puerta, el mismo vagón...
Era el comienzo de un nuevo día... y cuando salían de ese vagón estaban deseando que llegara la mañana siguiente para volverse a encontrar.
Todos los días y a la misma hora...
Pero llego un día en el que ella no estaba..... la busco con la mirada, y no la encontró...
Al día siguiente tampoco...
ni al otro...
Él se encontraba extrañado por su ausencia, pero no podía hacer nada, porque no sabía nada de ella. A lo largo de todo este tiempo ni tan siquiera sabía cómo era su voz...
Él era médico. Ella secretaria.... Cada uno por su lado, vidas diferentes y... a la vez paralelas...
Él entraba a trabajar y deseaba que terminara el día para que amaneciera, ir al tren y tener la esperanza de verla..... pero no tuvo suerte.

Una de esas mañanas fue al hospital como todos los días. Un grupo de estudiantes le esperaba. Cogieron sus guantes y entraron en la sala. Bordearon la camilla. Él dio en alto unas instrucciones y dijo algo de teoría. Levanto la sábana y ... no podía creer lo que estaba viendo. Leyó la etiqueta... "Sara..." "Sara..." "Sara...." repetía una y otra vez. "Se llamaba Sara...". Los estudiantes le miraban confusos.... Abrió el informe y leyó las causas de su muerte: "Caso de violencia doméstica. Su pareja la golpeo hasta matarla. Múltiples desgarros en... etc......" Grapado al informe forense estaba el informe policial. Empezó a leerlo. Pasó una página,... otra... y se detuvo... : "su marido confiesa ser el autor de los hechos..... el motivo son los celos al encontrar en posesión de la víctima cierto material fotográfico......"..
Se sentó. Respiró.... Se dio cuenta que los estudiantes le miraban. Les hizo salir de la habitación. "Hoy no habrá clase"... les dijo.
No hacía más que pensar en lo que había ocurrido. Ahora que ella estaba muerta, era cuando empezaba a saber cosas de su vida: su nombre, estaba casada, la iba mal su matrimonio, ella había sido infiel..... "Sara... por qué?? por qué no hablamos? por qué no me presenté? no nos conocíamos y por qué siento tanto tu pérdida? por qué ese día no te quitaste las gafas para que pudiera ver lo que él te estaba haciendo? por qué?? ¿POR QUÉ???"

Esa noche no pudo dormir ni tampoco las siguientes. Estuvo así durante varias semanas... Lo pensó.. lo pensó mucho y al final decidió dar el paso.
Una persona que trabajaba en la comisaría de ese distrito, le debía un favor, y decidió que era el momento de "cobrárselo"... A los médicos todo el mundo les "debe" favores: o han salvado la vida de un ser querido y por ello les estás eternamente agradecido, o te han "colado" para una prueba, o te han hecho unas recetas "bajo manta", o  simplemente te han extendido un certificado médico para "librarte" de algo ...  Él nunca se había aprovechado de esa situación, pero esta vez era diferente.  Quería saber. Tenia la necesidad de saber.... así que llamo a esa persona, y quedaron al día siguiente en verse.

La investigación del caso de Sara había concluido. El marido había confesado. la Sentencia había sido dictada. El caso estaba archivado.

Fue al lugar del encuentro, y allí le entregaron una caja. "Tienes 24h. Mañana debo devolverla".

Se fue a casa. Abrió la caja y allí estaban las pruebas clasificadas que habían servido en el caso de Sara: su bolso y lo que contenía, el arma homicida (un pisapapeles), unas fotografías de la ropa que llevaba puesta ese día, fotografías de su cuerpo en todas las vistas posibles: piernas, brazos, pecho, abdomen, cara..... mostrando cada una de las lesiones que presentaba... Era terrible! Él era médico y estaba acostumbrado a ver muchas cosas horribles, pero en esta ocasión, fruncía los ojos como un acto reflejo.. para evitar verlas en su totalidad. No podía.

Abrió una bolsa de plástico precintada y saco el bolso. Vació su interior encima de la cama... un monedero, el móvil, un peine, un pinta labios, unas gafas de sol (las mismas que llevaba puestas aquel día en el vagón... en “nuestro” vagón...-pensó-) un paquete de clinex y unas llaves. Miro cosa por cosa... Cogió el teléfono móvil, lo encendió. No tenía PIN por lo que tuvo acceso a él nada más escuchar la música característica de los Nokia.... Miro la agenda, fue a "galería", marco el icono de imágenes y se abrió una pantalla que contenía 85 fotografías.... una niña pequeña "sería su hija.. ah! no.." incluía un mensaje que decía: mi nueva sobri.. Siguió pasando foto a foto. Algunas de viajes... y llego a las últimas.. Al verlas se le cayó el móvil. Del golpe se apagó... Volvió a encenderlo. Le temblaba el pulso... No podía creerlo! Era él en el metro. Él apoyado en la puerta. Él esperando en el anden. Él hablando por teléfono. Él saludando a una compañera del hospital. Él.... MIRÁNDOLA.... "pero... pero... cómo... cómo es posible.."...

Abrió los mensajes. No vio ninguno que le sorprendiera... Observó que en la carpeta de "borradores" había varios. Abrió la carpeta y... se quedó perplejo...
"Sé que me matara pero no me importa"
"Cuando encuentre el móvil sé que todo habrá terminado"
"Cómo me hubiera gustado acompañarte al trabajo"
"te espero mañana"
.... a quien irían dirigidos? se preguntó... Muchos sms sin enviar, sin destinatario...
Siguió leyendo....
"Él piensa que le soy infiel. Me pega cada vez que entra en casa"
"Me gustaría serlo, pero no puedo porque no sé"
"No puedo vivir así... Hoy dejaré el móvil para que vea tus fotos"
"Me despido de ti, Dr. Rullán, no sin antes decirte que has sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, porque.... sin tenerte, te sentía a mi lado"

“¿¿Qué?? eran para mi.. iban dirigidos a mi....” Le dio un vuelco el corazón. Su marido la había matado por él. Pensaba que estaban liados.... No podía ser..... Ni tan siquiera habían cruzado una palabra y sin embargo ella si que "le conocía".... Se había molestado en "conocerle" en saber de él... dónde trabajaba, cómo se llamaba....
Descargó en su PC los mensajes y las fotos.
Guardo todo como estaba y al día siguiente devolvió la caja.

Todas las noches antes de acostarse las veía, leía los mensajes... aún le costaba creerlo.

Una mañana como cualquier otra,  subió al metro dirección al hospital.
Siempre miraba a su alrededor.... la seguía buscando con la mirada hasta que se daba cuenta de que hacía algo que carecía totalmente de sentido.

Alguien se acercó por detrás y le pregunto la hora: "las 8,30" contestó... "Muchas gracias". Levantó la vista y vio a una mujer con unas grandes gafas de sol.... "disculpe señorita y perdone mi pregunta pero ¿me podría decir su nombre?" "Beatriz"... "Encantado".. Ella se quito las gafas y se destaparon unos preciosos ojos azules.... "igualmente"... "¿la importa si la acompaño en su trayecto?" "en absoluto..."

Cada día a la misma hora suben a ese vagón.....


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